Playas ennegrecidas, focas, peces y centeneras de otras especies marinas muertas sofocadas por el espeso petróleo, son el resultado de los seis mil barriles de petróleo crudo que se derramaron de la planta de Repsol en Perú.
Repsol está haciendo todo lo que puede para evadir responsabilizarse, pero no vamos a dejar que se salgan con la suya.
La empresa no solo tardó 5 horas a avisar a las autoridades del accidente, sino que también emitió información inexacta y no estableció la magnitud del derrame, y por lo mismo, no ha tenido capacidad de reacción. Esto es negligencia total.
No dejaremos que este gigante petrolero le eche la culpa a nadie más. No hay duda alguna--Repsol es responsable. La negligencia de la empresa antes del derrame apunta a que el protocolo de contingencia no contemplaba una situación así y no se disponía de un dispositivo de emergencia a la altura.
Les expertes dicen que los efectos ecológicos aún no se pueden medir. Se han visto videos de nutrias marinas muertas, una especie protegida y en peligro de extinción.
A esto hay que sumarle el desastre socioeconómico de miles de pescadores despojades de su fuente laboral tras el derrame de petróleo. Familias de pescadores que han hecho este trabajo durante generaciones - todo destrozado en un instante.
Durante demasiado tiempo, empresas del Norte Global han utilizado a América Latina como su laboratorio, viniendo a extraer recursos naturales de los que se benefician y luego dejando un desastre para que lo limpie la población local.
La catástrofe ambiental que ha creado la empresa española Repsol es un ejemplo más de este colonialismo corporativo. Y esta vez no vamos a permitir que se salga con la suya.
Cuando nos juntamos, hemos conseguido que empresas que parecen intocables paguen el precio justo. ¡Hagamos lo mismo con Repsol!
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Público. 24 enero 2022.
Eldiario.es. 20 enero 2022.