Tener un pelo con brillo y sin caspa nos sale muy caro: el aceite de palma, que contienen los champús Head & Shoulders y Herbal Essences de Procter & Gamble, muy probablemente haya sido cultivado en las selvas tropicales quemadas y arrasadas del ecosistema de Leuser—la capital mundial del orangután.

El último informe de nuestres socies es claro: hay uno o más grupos de producción de aceite de palma que, de forma deshonesta, arrasan con la selva tropical de Leuser en Indonesia. Para colmo de males, uno de estos grupos está infringiendo la ley, al incendiar las turberas ricas en carbono; ¡se trata de un enorme golpe a la crisis climática!

A Procter & Gamble—la empresa gigante de bienes de consumo—no le importa de dónde proviene el aceite de palma que utiliza para fabricar champú. Pero en solo unas semanas tendremos una gran oportunidad para hacer ruido y decirle—a esta clara destructora de bosques—que deje de abastecerse de aceite de palma proveniente del incendiado hábitat de los orangutanes: su junta anual de accionistas.

Dile a Procter & Gamble: dejen de comprarles aceite de palma a personas que lo producen de forma deshonesta

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