ACTUALIZACIÓN al 22 de agosto de 2022: Salen a la luz datos que revelan un aumento del uso de escopetas y de bombas para focas en la industria salmonera australiana. En consecuencia, al menos dos especies protegidas han muerto. En un lapso de tres meses, ya son más de 70 los escopetazos de Tassal contra las focas. Por su parte y en el mismo periodo de tiempo, Huon Aquaculture y Petuna ya detonaron más de 2 100 bombas para focas.
La industria salmonera de Tasmania, Australia está matando a focas peleteras protegidas, con bombas submarinas que detona mientras desarrolla su actividad.
Las bombas para focas están diseñadas para emitir impulsos de ruido agudo y destellos de luz que reverberan en el océano.
Pero su efecto en ellas no se limita a asustarlas: también les provocan lesiones óseas, quemaduras en tejidos blandos y prolapsos de glóbulos oculares. En los casos más graves, estos explosivos les provocan la muerte—a menudo, a causa de traumatismos por objeto contundente.
¿Puedes firmar la petición que les pide a las tres empresas más grandes de la industria salmonera en Australia—Huon Aquaculture, Tassal y Petuna—que dejen de usar bombas letales para las focas y que trasladen a tierra sus corrales de salmón?
Los corrales de salmón flotantes no sólo son desastrosos para el medioambiente—ya que depositan enormes cantidades de residuos y de antibióticos en entornos marinos prístinos—sino que también son un imán para las focas hambrientas.
Aun así, en lugar de trasladar estos corrales a la costa—lejos del hábitat natural de las focas—quienes producen salmón detonan explosivos cada vez que se acercan. Las tres empresas más grandes de salmonicultura en Tasmania han detonado más de 77 000 bombas para focas en los últimos cuatro años.
Pero estos explosivos subacuáticos no son la única amenaza para esta especie protegida: durante la producción de salmón, también se utilizan escopetas para dispararles proyectiles llenos de plomo—que pueden incrustarse en su piel y causarles lesiones permanentes.
¿Nos ayudarías a hacer una protesta mundial que avergüence a la industria salmonera de Tasmania y la impulse a la acción?
Agrega tu nombre: exijamos a Huon Aquaculture, a Tassal y a Petuna que dejen de usar estas peligrosas bombas y escopetas para ahuyentar a las focas ahora mismo.
Tasmania—el estado insular situado frente a la costa sur de Australia continental—es una zona marina prístina e inexplorada; uno de los últimos lugares en donde se puede pisar tierra antes de llegar a la Antártida. Allí, ballenas, delfines, focas australianas protegidas y focas neozelandesas—excepcionales por su nariz larga—comparten el océano con otras especies que sólo se pueden hallar en esta isla.
Las personas que habitan las Primeras Naciones de Tasmania/lutruwita, y que han cuidado de estas tierras y océanos durante siglos, se han manifestado en contra de quienes comercian el pescado de sus mares: aseguran que esta actividad impacta negativamente en todo el ecosistema.
Saben que la industria del salmón es una amenaza colosal: los corrales—atestados de salmones—son un caldo de cultivo de enfermedades que se propagan a los peces salvajes y a los grandes animales marinos que quedan también atrapados y enmarañados en las redes de pesca.
Ya hay un precedente que demuestra que el poder popular es capaz de cambiar la industria salmonera: luego de una gran protesta pública contra quienes, al producir salmón en Escocia les disparaban a las focas, la actividad se prohibió para protegerlas; con la ayuda de les miembres de SumOfUs, se detuvo la expansión de la granja salmonera escocesa Millstone Point.
¿Puedes tú también ayudarnos a proteger a las focas de Tasmania?
La industria salmonera de Tasmania, Australia está matando a focas peleteras protegidas, con bombas submarinas que detona mientras desarrolla su actividad.
Las bombas para focas están diseñadas para emitir impulsos de ruido agudo y destellos de luz que reverberan en el océano.
Pero su efecto en ellas no se limita a asustarlas: también les provocan lesiones óseas, quemaduras en tejidos blandos y prolapsos de glóbulos oculares. En los casos más graves, estos explosivos les provocan la muerte—a menudo, a causa de traumatismos por objeto contundente.
¿Puedes firmar la petición que les pide a las tres empresas más grandes de la industria salmonera en Australia—Huon Aquaculture, Tassal y Petuna—que dejen de usar bombas letales para las focas y que trasladen a tierra sus corrales de salmón?
Los corrales de salmón flotantes no sólo son desastrosos para el medioambiente—ya que depositan enormes cantidades de residuos y de antibióticos en entornos marinos prístinos—sino que también son un imán para las focas hambrientas.
Aun así, en lugar de trasladar estos corrales a la costa—lejos del hábitat natural de las focas—quienes producen salmón detonan explosivos cada vez que se acercan. Las tres empresas más grandes de salmonicultura en Tasmania han detonado más de 77 000 bombas para focas en los últimos cuatro años.
Pero estos explosivos subacuáticos no son la única amenaza para esta especie protegida: durante la producción de salmón, también se utilizan escopetas para dispararles proyectiles llenos de plomo—que pueden incrustarse en su piel y causarles lesiones permanentes.
¿Nos ayudarías a hacer una protesta mundial que avergüence a la industria salmonera de Tasmania y la impulse a la acción?
Agrega tu nombre: exijamos a Huon Aquaculture, a Tassal y a Petuna que dejen de usar estas peligrosas bombas y escopetas para ahuyentar a las focas ahora mismo.
Tasmania—el estado insular situado frente a la costa sur de Australia continental—es una zona marina prístina e inexplorada; uno de los últimos lugares en donde se puede pisar tierra antes de llegar a la Antártida. Allí, ballenas, delfines, focas australianas protegidas y focas neozelandesas—excepcionales por su nariz larga—comparten el océano con otras especies que sólo se pueden hallar en esta isla.
Las personas que habitan las Primeras Naciones de Tasmania/lutruwita, y que han cuidado de estas tierras y océanos durante siglos, se han manifestado en contra de quienes comercian el pescado de sus mares: aseguran que esta actividad impacta negativamente en todo el ecosistema.
Saben que la industria del salmón es una amenaza colosal: los corrales—atestados de salmones—son un caldo de cultivo de enfermedades que se propagan a los peces salvajes y a los grandes animales marinos que quedan también atrapados y enmarañados en las redes de pesca.
Ya hay un precedente que demuestra que el poder popular es capaz de cambiar la industria salmonera: luego de una gran protesta pública contra quienes, al producir salmón en Escocia les disparaban a las focas, la actividad se prohibió para protegerlas; con la ayuda de les miembres de SumOfUs, se detuvo la expansión de la granja salmonera escocesa Millstone Point.
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